miércoles, 2 de diciembre de 2015

COMO CURAR Y CUIDAR LAS OLLAS DE BARRO

COMO CURARLAS:

Es importante preparar o "curar" las ollas y las fuentes de barro antes de usarlas para cocinar o hornear. Existen muchas técnicas diferentes de hacerlo y tal vez tu tengas alguna receta de tu abuela que también funcione. Las comunidades que fabrican y usan este tipo de ollas no utilizan ningún proceso de curado, pero quizás no están tan preocupados como nosotros por romperlas. Aquí te presentamos uno de los método de curado:  

1. Sumerge la olla en el agua durante media hora, para que el agua entre en los poros abiertos. Mientras la cerámica esta mojada por primera vez, trátala con cuidado. Déjala secar al aire. 
2. Frotala con un diente de ajo fresco, por dentro y por fuera o aplica alguna grasa comestible (mantequilla, aceite, grasa animal) por el interior y deja que la cerámica la absorba.
3. Llena la pieza con agua y algo de harina y hierve la mezcla por media hora en la hornilla de cocina o métela vacía en el horno por una hora a 180 C.

Durante los primeros usos experimentaras un aroma agradable a leña y formación de espuma mientras hiervas agua. El olor y la espuma desaparecerán gradualmente después de pocos usos. 

COMO CUIDARLAS:

El uso constante fortalece las ollas y las fuentes de barro y su cuidado no es nada complicado, pero hay que tener en cuenta que se trata de productos de cerámica que, aunque soporten temperaturas muy altas y muy bajas, no deben exponerse a cambios bruscos.

¡Nunca pongas una olla o una fuente de barro de la refrigeradora directo al fuego o al revés, porque esta podría reventar!

Usa las ollas siempre con el fuego más bajo posible. Verás que no hay necesidad de cocinar a fuego alto, ya que la cerámica es un buen aislante y preserva muy bien el calor. Utiliza solamente utensilios de madera, plástico o silicona.

COMO LAVARLAS:

Se recomienda lavado a mano con detergentes convencionales. En caso de alguna dificultad (comida quemada que no sale) te recomendamos remojar la pieza por un tiempo con bicarbonato de sodio. No uses esponjas de acero o similares, porque son demasiado abrasivas. 

COMO GUARDARLAS:

La cerámica es porosa y aunque parezca seca poco tiempo después del lavado, puede preservar humedad en los poros. Siempre se recomienda guardarla en lugares ventilados. Si no usas tus ollas de barro seguido, echa un poco de sal en el interior y pon una servilleta de tela o papel entre la olla y su tapa para mejorar la ventilación y evitar la formación del moho o malos olores.  



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